El Programa Alternativa a la Violencia (PAV) de la Fundación CEPPA tiene como objetivo fundamental erradicar la violencia directa y estructural, construyendo activamente una Cultura de Paz en nuestra sociedad. Dirigido a poblaciones vulnerables: personas privadas de libertad, jóvenes o personas adultas en riesgo social y funcionarios penitenciarios. El PAV explora junto a los participantes cómo cada uno puede llevar una vida constructiva y contribuir a una sociedad más saludable, promoviendo la autoestima, dignidad, cooperación, comunicación y manejo creativo de conflictos.
El PAV se distingue por su enfoque participativo y vivencial, donde las prácticas, dinámicas y juegos son herramientas fundamentales para transformar la violencia en cooperación y solidaridad. A través de actividades dinámicas y ejercicios de cooperación, los participantes tienen la oportunidad de reflexionar sobre sus propias experiencias y aplicar lo aprendido a su vida cotidiana.
Desde su implementación, el PAV ha demostrado tener un impacto significativo en los participantes. Muchos han experimentado cambios positivos desde el primer día del programa, aprendiendo técnicas de manejo de conflictos, fortaleciendo su autoestima y adoptando una actitud más positiva y constructiva hacia la vida.
Desde su implementación, el PAV ha demostrado tener un impacto significativo en los participantes. Muchos han experimentado cambios positivos desde el primer día del programa, aprendiendo técnicas de manejo de conflictos, fortaleciendo su autoestima y adoptando una actitud más positiva y constructiva hacia la vida.
El enfoque del PAV se orienta en promover la dignidad, el respeto y la paz en nuestra sociedad. Al trabajar con comunidades vulnerables y brindar alternativas a la violencia, el programa reafirma la idea de que cada individuo tiene el poder de transformar su vida y contribuir de manera positiva al bienestar colectivo.
El Programa RCC (Respuesta Creativa al Conflicto) de la Fundación CEPPA comparte el objetivo fundamental de erradicar la violencia y construir una cultura de paz, pero lo hace desde una perspectiva única dirigida al sistema educativo costarricense. Con un enfoque en estudiantes de escuelas y colegios, grupos de jóvenes y personal docente, el RCC se convierte en un aliado indispensable en la promoción de valores de cooperación, responsabilidad y resolución de conflictos.
Mediante una variedad de actividades dinámicas, juegos, talleres, en ocasiones complementando con talleres de defensa personal, el RCC no solo proporciona herramientas prácticas para promover la paz, sino que también fomenta la reflexión sobre el poder y la responsabilidad de las acciones individuales y colectivas. Este enfoque no solo contribuye a reducir tensiones y problemas de disciplina en el aula, sino que también empodera a los participantes para llevar consigo estos aprendizajes a sus hogares y comunidades.
Desde su implementación, el RCC ha demostrado tener un impacto significativo en los participantes. A medida que emplean herramientas para conocerse mejor a sí mismos y gestionar los conflictos de manera creativa, muchos experimentan un cambio positivo desde el primer día del taller. Este programa único se destaca por su capacidad para cultivar una Cultura de Paz desde una edad temprana, ofreciendo a cada individuo la oportunidad de contribuir a la construcción de una sociedad más saludable y pacífica.